Importancia y características de la monitorización fetal durante la labor de parto de alto y bajo riesgo

Si existe algo en la tecnología de actualidad en obstetricia, no se puede ignorar la importancia de la monitorización fetal o tocardiografía fetal; durante el trabajo de parto.La vigilancia del bienestar fetal es clave para un nacimiento exitoso y saludable, y la detección temprana de problemas puede garantizar que se realicen las intervenciones adecuadas y a tiempo para proteger tanto a la madre como al niño.

La monitorización fetal permite a los profesionales en obstetricia, tanto médicos ginecólogos como profesionales en enfermería obstétrica; evaluar el estado del feto con regularidad, brindándoles información importante sobre lo que sucede a nivel intrauterino, para que puedan tomar decisiones informadas sobre la atención de sus usuarias.

El monitoreo fetal es el proceso a través del cual podemos vigilar la oxigenación adecuada del feto de una mujer embarazada para evaluar su salud y bienestar. Este control se puede realizar en el embarazo a partir de las 27 – 28 semanas y es importante tanto para embarazos de alto como de bajo riesgo.

Hay muchos tipos diferentes de monitores fetales que se pueden usar durante el trabajo de parto, pues están los monitores fetales individuales, las centrales de monitoreo, torres de monitorización fetal, monitores fetales con pantalla touch, entre otros, pero todos miden los mismos parámetros para categorizar el estado fetal: frecuencia cardíaca fetal basal, variabilidad, reactividad, desaceleraciones, cambios en la frecuencia basal a través del tiempo.

Algunos monitores miden la frecuencia cardíaca fetal, y además incluyen la frecuencia materna, miden el nivel de oxígeno materno, grafican las contracciones uterinas y llevan el conteo de los movimientos fetales. Otros controlan además la variabilidad a corto plazo (especialmente importante en fetos con restricción del crecimiento intrauterino) , los niveles de pH y la composición del líquido amniótico.

Cuándo usar los monitores es una cuestión de criterio profesional, pero hay algunas pautas generales a seguir. Debe ser después de las 27 – 28 semanas de gestación; se puede hacer vigilancia anteparto, o bien en los casos en los que la madre posee alguna patología que requiera un mayor seguimiento durante el embarazo; tambien cuando la madre es ingresada para su labor de parto, se debe valorar el riesgo de dicho embarazo y determinar la necesidad de realizar un monitoreo fetal durante la labor.

En general, la monitorización fetal es una herramienta importante tanto para los embarazos de alto riesgo como para los de bajo riesgo. Puede ayudar a garantizar la seguridad de la madre y el bebé, y puede proporcionar información valiosa sobre la salud del bebé.

Eduardo Hdz G

Hola, soy Eduardo, profesional en enfermería obstétrica!!
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